19.6.05

Batman Begins (2005)


El nuevo Batman

Batman begins, 2005 - Christopher Nolan

Uno de los grandes problemas que representa el intento constante de ser cinéfilo (suponiendo que tal cosa pueda existir y que no sea simplemente una etiqueta que se busca incansablemente) es que tal término parece excluír muchos terrenos. Al cinéfilo, por lo general, se le imagina uno como un tipo pedante, que se ha leído el libro de Robert Stam (que por cierto es una maravilla), que vive en los sótanos de las salas Renoir y que discurre compulsivamente (=con pulsión; =con pasión) sobre Dreyer, Kieslowski, o cualquier otro nombre de director complejo que usted tenga a bien colocar aquí. Sin embargo, el concepto de la cinefilia parece borrar el inicio bochornoso del cinematógrafo en las barracas itinerantes, y simplemente olvidamos que el cine fue (y es) un espectáculo porque lleva años mezclándose con la metafísica y la psicología, o la antropología, o cualquier otra disciplina. Después de asistir a tantos congresos, después de acudir a ver las cintas de Egoyam o de Wenders como si fueran ritos (o rituales) casi sacros...
Después, "Batman begins".
Y es que el cine de aventuras es, por lo general, una especie de mancha en la hoja del cinéfilo que se empeña en hablar, por ejemplo, de "Blade runner", pero que pone muecas de asco cada vez que le mentan a la trilogía del Señor de los anillos o de las distintas guerras galácticas. Esas cosas de freakis que hacen que la gente vaya disfrazada al estreno y a comer palomitas y a gritar en las salas. Esas cosas que (al menos, aparentemente) no hablan de la soledad del hombre, ni de las teorías marxistas, ni de complejos dilemas existenciales. Y de vez en cuando, afortunadamente, nos topamos con pequeñas joyas, realizadas con mimo y con criterio, películas de entretenimiento puro y duro que funcionan como bálsamo perfecto contra la realidad y que no pretenden, ni de lejos, que uno salga del cine con ganas de cortarse las venas. Si acaso, con ganas de lanzarse de los tejados para salvar la ciudad, vivir al límite, gritar como cuando éramos críos.
Y sí, fuimos críos y algunos, hasta fuimos a ver la primera de Tim Burton al cine, o la serie de los setenta que daban en las autonómicas (y claro, ahora nos reímos mucho... ¡pero entonces nos tragábamos todos los capítulos a la misma bat-hora!). Y de aquella sensación casi mitológica nos queda algo, nos queda lo justo para poder disfrutar de una buena cinta de aventuras. Que vale, que de acuerdo, que quizá usted está demasiado ocupado y prefiere volver a ver "La pasión de Juana de Arco". Me parece muy bien, yo también lo hago. Pero a veces (menos de las que me gustaría), tengo la posibilidad de salir del cine con esa sensación de infancia, con esa dulce canción de la utopía y del desenfado que provoca el buen cine de aventuras.
"Batman Begins" es, en primer lugar, un producto excelentemente acabado. Quizá con algún pequeño fallo en la planificación (en especial, el duelo en el vagón de tren), pero por lo demás con un ritmo magistral y una fabulosa dirección de actores. Los grandes fans de Burton jurarán en arameo, se tirarán del pelo y dirán "era mucho mejor la de Burton". Bien, bueno, era una cinta de lo más interesante... pero esta es aventura en estado puro, ritmo, magia, un guión relativamente banal y algunos chistes brillantes absolutamente bien distribuidos. La narración está perfectamente definida, con una forja del héroe construída según los tópicos (mentor incluído) y con algunas variaciones con respecto a la estructura original que nos harán, por lo menos, sonreír cómplicemente.
Pero el gran as en la manga de esta cinta (sobre todo para los self-named-cinéfilos), es que durante toda la proyección no hay tiempo para pensar en lecturas psicoanalíticas, construcción de planos, referencias semióticas o todas esas cosas en las que invertimos los tiempos muertos de las cintas lentas. Durante toda la proyección sólo hay aventura, narración, acto, imágen, diálogo. Los actores están soberbios, tan soberbios que uno ni siquiera se para a pensar en "coño, que gran actuación", porque parece que realmente las interpretaciones surgen de manera espontánea, dirécta, con una gran fluidez.
Falla, por supuesto, la historieta de amor. Y tiene que fallar, porque en el fondo siempre falla en todas estas películas y la tía de turno nos da bastante igual. Otra cosa es que la novia del Cruise sea especialmente impresentable, o que tenga la maldita manía de actuar torciendo la boca, como si hubiera cambiado el Actor´s studio por el señor Parkinson. Falla que termine y que no sepamos, a ciencia cierta, si vendrá una segunda parte. Se intuye, claro, pero en el momento en el que termina la proyección, quieres más. Y más. Y más.
Este "Batman begins" es una maravilla que deberían ver con atención, por ejemplo, los directores de "Electra", "Blade trinity", "El reino de los cielos" o cualquier otra mandanga que nos han intentado colar en los últimos meses.
Hemos vuelto a la barraca de feria. Ojalá pudiéramos quedarnos aquí a vivir

3 comentarios:

Jeremy Fox dijo...

Totalmente de acuerdo contigo. Yo no hubiese expresado mejor la sensación que tuve durante la proyección. Si te apetece entrar en mi blog de cine y leer mi opinión sobre la película pulsa aquí.
Saludos y enhorabuena por el blog.

Anónimo dijo...

No hacía falta la introducción, no hacía falta que te justificases. Batman Begins es una buena cinta y punto.

aRkHAm AsyLUm dijo...

Apreciable

A pesar que tu blog me parece lo mejor que hay en la red relacionado con el séptimo arte, no logro concebir qué te atrae de Batman (por Nolan), me pareció un cliché disfrazado, una vieja fórmula, predicible, ridícula e infantil. El recurso del maestro y el aprendiz está bien gastado, máxime si se forza un romance.

Por lo demás, huelga decir que tu sitio es increíble,
..sin palabras, en verdad..