26.5.14

#04. PROYECTO IDA pawlikowski. [Traición de Corintios]

I.
    Hoy decido mirar el texto desde fuera del texto.


Si yo hablase todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como metal que resuena o címbalo que retiñe


(He robado dos discos en mi vida, hoy ya puedo confesarlo. Fue pasado los diecimuchos, dos cd´s que todavía guardo, el Requiem for my friend y la banda sonora de Azul, ambos de Preisner. A Corintios tardé algunos años más en llegar, en mitad de la redacción de la tesis, pero de eso hablaré en otro momento)

II

    Hoy, 26 de Mayo de 2014, es un buen día para hablar de la inutilidad del arte. Por ejemplo de esta secuencia, que no pertenece a Ida pero que, de alguna manera, dialoga con Ida:







    La Canción para la Unificación de Europa de Preisner, lo dije hace poco por aquí, es la canción por antonomasia que se impone sobre el duelo. Los colectivos judíos no estarían de acuerdo (¿por qué aceptar que podría suturar su particular duelo un texto que remite directamente a San Pablo?), pero en este lado de Europa en el que crecen las alambradas las cosas funcionan de otra manera. 

    Todorov, en su exquisito Los abusos de la memoria, señaló que escribir actualmente sobre el Holocausto ya no implicaba ningún riesgo, ninguna apuesta, que políticamente era un acontecimiento desactivado en comparación con otros problemas más urgentes que experimentaba Europa. 


    Todorov estaba equivocado.

III.

    Quiero hacer el análisis pero el texto queda extrañamente difuminado ante la grisácea exigencia de la realidad. El análisis fílmico -la crítica cinematográfica- no es una guerra preventiva contra el pánico sino un espejismo para sujetar la subjetividad allí donde se necesita imperiosamente la presencia de colectividades. 

Dos apuntes sobre dos conversaciones paralelas en Twitter:

1) No es lo mismo indignarse que desesperarse. Si no has comenzado a sentir pánico ante lo que está ocurriendo ahí fuera es que -cito al sesgo a Rainer Höss, el nieto de Rudolf- crees que la democracia, la igualdad y los derechos humanos están garantizados. Me sorprende profundamente la estulticia de pensar que, en base a no se qué fuerzas optimistas y positivas que dominan el universo -habría que culpar, quizá, a Bucay, a Coehlo, a Punset y otros que se empeñaron en "defender la alegría" cuando Europa comenzaba a desintegrarse- nuestra propia vida, incluso ante un régimen totalitarista, estaría garantizada.

2) No es lo mismo indignarse que desesperarse. Europa ha aprendido a hablar las lenguas de los hombres y de los ángeles, pero no ha sido suficiente. Conviene no llevarse a engaño. Los que nos dedicamos a estudiar estos menesteres sabemos que lo que realmente llevó al triunfo al Partido Nazi a las elecciones fue que los ciudadanos alemanes votaban no tanto a favor de Hitler sino contra la República de Weimar. 

IV.

    El análisis va despacio. 18 minutos de metraje, 11 secuencias, más de una semana. Escucho la sinfonía Nº 41 de Mozart en la versión de Abbado y Das Rheingold en la versión de Baremboin en Bayeruth en el 91. No es la mejor, pero me gusta escuchar a Baremboin dirigiendo a Wagner

    El problema no es el texto. El problema es todo lo que la realidad teje alrededor del texto y comienza a manifestarse como una costra de significantes mayores que, simplemente, lo borran. Por eso a veces necesito mirarlo desde fuera. 

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