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La venus de las pieles, Roman Polanski, 2013 |
Como yo siempre he sido de los que piensan que las cartas siempre llegan a su destino, pues qué mejor que abrir un epistolario con el cómplice
Javier Hernández, maestro y amigo en grado superlativo, a propósito de nuestras perversiones. Después de todo, a los dos nos gusta más o menos lo mismo: tocar las pelotas, las buenas películas y las mujeres guapas. En Cine Divergente nos han dejado un hueco la mar de apañao y el resultado lo tienen
tal que aquí -o al menos, su primera entrega, porque esto irá para largo.
Aprovecho para desear a propios y extraños unas felicísimas vacaciones de Semana Santa, que no todo va a ser desbarrar cinematográficamente.
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