15.1.13

Canción triste para los seis hijos de Goebbels

01.
"Caballeros, en cien años la gente verá otro maravilloso film en color que retratará los terribles días que estamos atravesando. ¿No quieren interpretar un papel en este nuevo film, ser despertados en una vida nueva dentro de cien años? Cada uno de ustedes tiene la oportunidad de decidir qué papel quiere jugar en esta nueva película. Resistan, para que en cien años el público no les insulte ni les silbe cuando aparezcan en la pantalla"
(Goebbels, 17 de Abril de 1945)

02.
Goebbels
La mujer y los seis hijos de Goebbels.

Hitler Bunker
Los seis hijos de Goebbels.



03.
    Estuvimos hablando hasta el final de la tarde, en las sillas incómodas de la sala de espera, con esa extraña confianza de los que se descubren dulcemente desconocidos y quizá un poco culpables y quizá un poco incómodos por la presencia misma de los cuerpos -el cuerpo, en su rotunda verdad del deseo, siempre molesta- hasta que ella me dijo "¿Acabaste siendo profesor?" y yo respondí "En efecto" y ella me dijo "¿de cine?" y yo respondí "En efecto" y luego me clavó esos dos ojos que escondían una cartografía de dolores y experiencias -una metralla emocional, sé leer esas cosas en los ojos de las mujeres- hasta que finalmente me dijo "¿Por qué..."? y la pregunta quedó suspendida en el aire...

(Aquí introduzco una cierta elipsis.

La elipsis dura el tiempo en el que ella toma aire y yo desvío la mirada y recuerdo la escena de El huevo de la serpiente en el que el Doctor Vergerous le susurra dulcemente a Abel Rosenberg: "I want to show you some interesting pictures..." o frase similar y posteriormente la escena de La hora del lobo en la que la familia de Antropófagos se parapetan en el interior del castillo

concretamente

Antropófagos

La elipsis termina cuando ella pierde interés y yo pierdo interés y me quedo prendido en el interior del frame, ya sabes, dentro de cien años rodarán una película sobre los días terribles que estamos atravesando y quizá seamos despertados a una nueva vida...

Pero pienso -pienso en ella también, pero noto que se aleja porque ha cambiado de tema y me dice algo de un viaje a una ciudad en la que nunca he estado y pienso en sus heridas sin cicatrizar y en la necesidad de tener una conversación sincera que me lleve hasta el centro mismo de su sufrimiento, ahí está, en cada palabra, sólo hay que saber leer, saber leer la mujer como texto- en que Goebbels no pudo escuchar la otra gran máxima bergmaniana, la de La vergüenza y, queda dicho, la elipsis termina).

El resto de la Historia no es gran cosa.

04.
Por momentos, todo parece un sueño. No es mi sueño. Pertenece a otro, y yo soy parte de él. Sólo espero que cuando esa persona se despierte, sienta vergüenza. 
(Ingmar Bergman)

El resto de la Historia, ya digo, no es gran cosa.

1 comentario:

Lluís Bosch dijo...

Pues siceramente, como opción moral la de Goebbels no es tan mala: ¿cómo quieres que te recuerden dentro de cien años?
Porque dentro de cien años pueden decir de nosotros que fuimos unos dóciles idiotas. O unos dignos rebeldes. Quizás ambas opciones eran inútiles, pero una era digna y la otra no.