la inmensa poesía del túnel o del irrefrenable deseo de comprender que el mundo pasó de "tener el funcionamiento de un reloj perfecto a tener la contingencia de una máquina de pinball" (David N. Schramm) o andar reunido hasta las tantas de la madrugada llenando servilletas y vaciando botellas de Brugal -no había otra cosa, y por el momento estuvo bien-, náufragos de la antimateria con el corazón roto intentando que Lacan bailara con Heisenberg ahora que todo el mundo desprecia a Lacan y todos dicen entender a Heisenberg cuando ambas fórmulas dicen lo mismo y al mismo tiempo:
Fórmula 1:
$ <> a
Fórmula 2:
las 2 fórmulas son las 2 caras de la misma cinta de moebius que experimentas a la hora del orgasmo y de la muerte, al visitar ciertas páginas de internet en las que los cuerpos extremos se reconcilian en un haz de semen sobre el rostro que parece el arcoiris de una tierra sin deidades, así podremos presumir de progresistas en todas las barras de los bares y demostrar que no nos ganó nadie coleccionando figuras abominables y camas abominables y
Fórmula 3:
Apocalipsis 17:4
Fórmula 4:
BWV 855
presuntuosamente, presuntuosamente, hasta que se clava un gesto o un frame cualquiera...
Apocalipsis 17:5
cae de su peso la imposibilidad de que una mujer seleccionada al azar en una muestra más o menos amplia sea capaz de suturar toda la inmensa fantasía provocada/disparada/conjurada/explicitada por Sasha Grey, es pedirle a una mujer demasiado, es pedirle a una cuerpo demasiado, es pedirle demasiado a un ser vivo, como aquella interpretación, quizá no del todo inexacta del Seminario XX en la que se sugería que el hombre buscaba de la mujer una mentira (ella sabe que cuando hacen el amor su cuerpo sirve para la fantasía, ella es otra y a la vez es todas las mujeres en un crisol/ouija/sexo/casa encantada) y la mujer espera del hombre una prueba de amor
una prueba de amor - dijo el pequeño Erwin Schrödinger mientras asfixiaba a su hermoso y noble gatito familiar lentamente, disfrutando sin duda eróticamente de cada una de las pequeñas convulsiones del felino - una prueba de amor
y así por lo demás colecciono los iconos que nadie puede robarme porque pertenecen a lo oscuro, a lo íntimo, a lo que se ilumina al contemplar la servilleta en la que está trazado el pequeño cosmos mientras en algún lugar alguien está escuchando canciones de Mario Vaquerizo y alguien está construyendo afanosamente una mentira con forma de revolución -qué fácil es luchar por twitter, me digo siempre, y después acaricio el cadáver del gato ya asesinado por el pequeño Erwin Schrödinger- y alguien está escribiendo cosas realmente aterradoras y alguien está perdiendo a las cartas y así hasta que todo resulta aburrido
o
hasta
o hasta que encuentras una imagen purísima ante la que puedes arrodillarte para inventar una oración nueva y abrazar la dulce epifanía
(un acto de amor)
(un acto de amor)
(un acto de amor)
1 comentario:
Como referencia del Apocalipsis entre la 'bella' y la 'bestia' pongamos como ejemplo el arcano mayor XI del Tarot de Crowley que lo resume .... y después de este post debo asociar con la fórmula de Lacan....
A10 Astrum X
Publicar un comentario