Hace cosa de un par de semanas me topé con Lady Shangrila en uno de esos bares poco recomendables en los que ambos solemos reincidir a altas horas de la madrugada. Algo achispados y a punto de llegar a las manos por nosequé discusión sobre El árbol de la vida, al final acabamos decidiendo que lo mejor era organizar la presentación del libro con los compañeros de Ocho y medio, y ya puestos, capear el resultado de las elecciones hablando con los cómplices Faustino Sánchez, Israel Paredes y José Francisco Montero. Lo único que me pidió -con su habitual buen sentido- es que llegara sobrio, razonablemente bien peinado, y que no invirtiera nuestro siempre escaso tiempo metiendo ficha a la concurrencia. A cambio, según afirmó, tendríamos un jugoso presente recién sacado del Arrecife de Donovan.
El resultado de lo primero, que ya he colgado en mi facebook, es el siguiente. Creo que los asistentes quedamos muy contentos y Lady Shangrila no se nos enfadó demasiado ante los desplantes, las bromas, las dudas y las contradicciones. De hecho, si no me hubiera retenido a la fuerza dentro del local para hacer de escudero de Faustino, hubiera salido disparado detrás de una espectacular nínfula morena que andaba por entre la concurrencia. Ya lo he dicho muchas veces, lo único que siempre está por encima del cine es la mujer. Al final la cosa no se salió de madre:
El codiciado presente recién traído desde el Arrecife es el número 14-15 de la revista, un monográfico dedicado a Nicholas Ray que quita el hipo.
Les recomiendo encarecidamente que lo busquen, que lo tengan en sus manos, que se dejen arrebatar. Comprenderán rápidamente que es uno de los mejores monográficos impresos en los últimos años en nuestro país, extrañamente poderoso y contundente, obstinado y febril precisamente cuando las revistillas de cine suelen tender hacia la gaceta inocente, el amarillismo pueril, la tontería de celuloide. Esto es un libro que es a su vez un monolito que es a su vez un mausoleo, que a su vez, podría ser una estupenda botella de ginebra. Y no por mi modesta contribución, sino por las rúbricas de -agárrense a la silla- los siempre fundamentales: Víctor Erice - Jos Oliver - Miguel Marías - Àngel Quintana - Ricardo Adalia Martín - Pablo Llorca - Mariano Cruz García - Jonathan Rosenbaum - Bernard Eisenschitz - Jacq...ues Rancière - Nacho Cagiga - Francisco Javier Gómez Tarín - Roberto Amaba - Toni D'Angela - Mariel Manrique - Faustino Sánchez - Pablo Ferrando - Israel Paredes - Óscar Brox Santiago - José Francisco Montero - Jesús García Hermosa - Javier M. Tarín - Mario Vitale. Y por si fuera poco, con la colaboración de la Nicholas Ray Foundation, la Filmoteca de Cantabria y la mismísma Susan Ray.
En fin, que dudo mucho que vayan a encontrar una mejor lectura para este mes de Noviembre. Luego no digan que no se lo he advertido. No podemos volver a casa... pero podemos volver al viejo Ray, después de todo.
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