9.6.11

Crítica: "¿Quién mató a Walter Benjamin?"






Ciertas conversaciones requieren de una cierta forma. La manera en la que hablamos indica también la manera en la que pensamos. Esa magnífica red de significados y resonancias que tejemos con la puesta en escena es, al final, lo que cristaliza en el espectador, lo que late en el interior del texto, la importancia radical del texto. ¿Quién mató a Walter Benjamin? quiere decir cosas, muchas cosas, quiere decirlo todo y denunciarlo todo, pero parece no encontrar palabras, formas, encuadres, capaces de hacerse cargo de la Historia. Y es que la Historia, pensada con mayúscula y a estas alturas, es una forma pura y demoledora -véase Lanzmann/véase el final de Film Socialisme - o no es nada en absoluto.



En el cine se puede decir la verdad. Ford y Tarkovski, por poner dos ejemplos limítrofes, casi siempre dijeron la verdad. La forma, en sí misma, puede ser verdad o puede ser una maravillosa astracanada. La nave se va, pero el Walter Benjamin de David Maua se queda en tierra, con cara de circunstancias, con maleta o sin maleta, cadáver u olvidado. Walter Benjamin, por todo lo que implica Walter Benjamin, requiere una forma que no recuerde las piezas rancias de "Informe Semanal" en los ochenta, requiere fuego y aullidos y dejarse la piel en los fotogramas. Hay que decir la verdad, pero hay que pensar que la cámara, el AVID, el sonido, la puesta en forma, son herramientas que también dicen su verdad.



Un ejemplo. Maua -con su mejor intención, qué duda cabe- introduce locuciones pseudopoéticas pronunciadas por él mismo a toda velocidad. Pero la intención no es suficiente. Las locuciones suenan pomposas y llenas de grumos, forzadamente solemnes, incomprensiblemente engoladas. El autor se introduce en el texto por la fuerza bruta, gritando "Yo estoy aquí", cosa muy contemporánea pero que no funciona siempre. El autor le da un codazo al propio Benjamin, pero no llega a ser autor, porque al final y a lo peor, no habla de ni Benjamin, ni de su muerte, ni del Ángel de la Historia, ni de sí mismo.



¿Qué quiere decir Maua? Porque Maua lo dice claro desde el título (Quién mató), pero luego se acobarda, lo sugiere pero no lo sugiere, lo intenta decir pero le faltan pruebas y mete en cámara -ay Dios- a una experta en grafología para que justifique -ay Dios, de nuevo- lo malo que era un cura vengativo en la postguerra franquista. A Maua le falta hacer la ouija, poner a una tipa lanzando cartas del Tarot, y después, salmodiar otra locución poética a toda leche, locución modelo Poesía Power Point, locución que nada tiene que ver con el pobre Benjamin. Maua quiere decir que al filósofo le mató la Gestapo con ayuda del Régimen de Franco, pero no lo dice, lo sugiere y se va de vacaciones, tira la piedra filosofal y esconde la mano manchada de sangre. Y eso no es un documental, es una sugerencia o, en el límite, es teoría de la conspiración.



¿Y saben qué es lo peor? Que puede incluso que sea verdad.

1 comentario:

Adrián dijo...

Quizá ya lo hayas visto, pero bueno. A partir del minuto 27, tus amigos Mallo y Porta, junto con Ray Loriga:

http://www.rtve.es/alacarta/videos/nostromo/nostromo-ray-loriga-influencia-del-pop/1066997/