7.3.06

Moulin Rouge! (Luhrmann, Baz; 2001)


Algunas películas nos salvaron la vida.
No las amamos por que nos mostraron la penúltima lucha del hombre contra Dios, ni por formar parte del fetichismo cinéfilo colectivo, ni por pertenecer a alguno de los grandes. No. Amamos algunas cintas porque nos cogieron por los hombros, nos empujaron contra la vida, nos lanzaron a pelear las calles.
Al empezar a escribir sobre la última "Moulin Rouge!" (la primera versión, de John Houston, tiene sus más y sus menos), uno se siente tentado de empezar a petardear sobre lo fabuloso de la estética o lo atrevido de lo formal. Pero no hoy. No esta noche. Hoy no quiero demostrar a nadie lo mucho que sé de cine (esto es, lo mucho que me equivoco con mis críticas) ni quiero debatir sobre la desesperación del artista. Esta noche no hablaré de Bergman, ni de Kiarostami, ni de Von Trier.
Esta noche quiero confesarte que he vuelto a entrar de nuevo en el viejo Moulin, amigo lector, amiga lectriz. Esta noche me gustaría tomárme una absenta a tu lado, hablar sobre la libertad, el amor, la belleza y todos esos otros temas que nunca trato en este blog porque, por lo general, ando demasiado ocupado angustiándome y desangustiándome como para que (apenas por un segundo) puedas verme bajar del púlpito de mierda sobre el que pontifico. No es cuestión de automutilarse para ofrecer un poco de espectáculo. Es tan sólo que Olvido Andújar me está enseñando con su blog (jassitup, échenle un ojo) que hay otra manera de escribir para el mundo.
Esta noche no quiero ser un doctorando, ni un científico, ni absolutamente nada que se le parezca. Claudico. Esta noche quiero ser lo que soy de verdad (un director de teatro amateur, un pelín sensiblero) para volver al Moulin, donde siempre he sido bien recibido y donde, año tras años, he aprendido a madurar y a pelear mi concepto de la pasión. De la libertad. Del amor. Escapar siempre hacia adelante, negarse en redondo a convicciones, mandar a la mierda las propias verdades, escribir obras de teatro.
Escribir obras de teatro mientras la compañía las ensaya, escribir más y más escenas, llenar los textos de trampas, de trucos, escapar hacia el teatro, ser de nuevo el viejo músico del Sithar, robarle la chica al Duque, volver al teatro y escribir en el teatro, mirando de reojo por si sale la luna sobre París y hay que saltar a los tejados para bailar. Desafinando, por supuesto. Beber absenta, beber más absenta siempre, beber absenta con los ojos verdes. Enamorarse de Nicole Kidman (esto no es especialmente difícil), y sin embargo comprender que el amor tiene fecha de caducidad. Quizá no sea una enfermedad terrible, sino que sea simplemente una mezcla de hipotecas, letras por pagar, niños odiosos, coches caros, trabajos psicóticos. Pero (ay) hoy es todavía Nicole Kidman, y entonces el teatro tiembla y tu historia (la que escribes, la que los actores ensayan) se dobla por la mitad y todo vuelve a ser igual. Pero nada es lo mismo, joder.
Todo es tragedia en "Moulin Rouge". Las prostitutas envidiosas que cuchichean en los rincones, el extrañísimo Zidler pregonando que el espectáculo debe continuar, los sombreros de copa que caen en el vacío como suicidas. El pobre Lautrec cantando "Nature boy" (una canción que sonaba en mi novela "Izar" en una de las barras de Libertad 8). Todo es tragedia y sin embargo, hay tantísima verdad en cada fotograma, hay una extrañísima fuerza en todo aquello que parece conseguir que el cine sea cine y no un redil para recalentados.
Los chicos de mi compañía están montando una comedia musical ("Artistas") que es mi Moulin Rouge sin Moulin Rouge. Yo me emociono cuando, sentado en la última fila de butacas, les observo bailar, poniéndo tanto empeño que parece que están desafiando a la locura. El texto es una mierda comparado con las coreografías que están construyendo. Están haciendo auténtico espectáculo. Tienen mucho más mérito que los apolillados shows de la Gran Vía de los que hablaba en el post de Pandur. Son ellos, son jóvenes y hermosos, y están construyendo mi Moulin Rouge dejándose la piel en el escenario.
Empezaba diciendo que algunas películas nos salvan la vida.
Hoy les he visto bailar sobre el escenario, les he visto levantar todo aquello de la nada, les he visto empujarme de nuevo hacia el interior del Moulin. Y joder, déjame confesarte que me he sentido libre, me he sentido vivo.
Mañana volveré a ser muy pedante y muy engreído. Volveré a pontificar sobre cine. Pero hoy me he sentido, por primera vez en muchos años, como el Christian de Moulin Rouge, diciendo: "Esta será nuestra canción secreta, una canción que, pase lo que pase, siempre nos recordará que nos amamos".

6 comentarios:

Aureliano Sanchez dijo...

Hola tu blog ta deluxe, eso si me gustaria pedirte tu mail para hacerte unas preguntas respecto al blog, por un tema que yo e estado comenzando el mio y quiero preguntarte algunas cosas...espero una respuesta: kinmikuman_@hotmail.com

Iván Conte dijo...

caray, pues a mi también me gusta tu blog. Lo acabo de descubrir haciendo una búsqueda en el google sobre angelopoulos. Pásate por mi blog, que he hablado un par de veces sobre él, y más que lo haré.
;)

Anónimo dijo...

Hola, buscaba información sobre liv ullman y di con tu blog, como se lo coñazo que resulta que te metan flores por todos los agujeros y superficies de tu vanalidad, me limitaré a ir al grano y a decirte que quizás nos gustaría conocernos, en esa barra del libertad 8.. o en alguna mesa de dentro, siempre que esa noche no toque alguno de esos cantautores petardo empeñados en torturarnos con su encantador hedor a sobervia perfumada con humildad bohemia y entrañable carisma barato. Bien.. extiendo mi mano y le dejo mi tarjeta junto a su copa y espero que le sea de más utilidad que la de un simple posacubatas.


Paloma ****
piopio1782@hotmail.com http://spaces.msn.com/piopio1782

Anónimo dijo...

voy a ver la pelicula despues te cuento esta bueno o que decis de ela ya tengo una idea........ i have a idea! e doy mi space.msn/quita55 no se si te hallo de vuelta cualquier cosa dejame tu direccion en mi blog ok?

Anónimo dijo...

para los fanaticos de moulin rouge, es bueno que sepan que ya fue llevada al teatro por el grupo de teatro juvenil Lua de la hermandad gallega de venezuela, se estreno el 7 de julio de 2006 a las 8 pm y todavia sigue presentandose, vale la pena verla porque es el resultado de un duro trabajo y hecho con el corazon....para informacion mi email es ovomaltina@hotmail.com

Anónimo dijo...

Moulin Rouge es un canto al arrojo y a vivir la vida en un segundo.
Trato cada dia,hoy ya con mi esposa y mi hijo, de tener mi propia explosion de pasion y locura.

Gracias por un comentario apasionado y no docto.