25.8.04
Carretera perdida (Lost Highway, 1997)
Lost Highway
Carretera perdida, 1997 - David Lynch
David Lynch, poeta y visionario de la postmodernidad cinematográfica o de la poesía postmortem. Algunos críticos exigieron que devolviera el carnet de cineasta cuando vieron esta cinta, quizá por envidia, por incomprensión o por un afecto incomprensible al viejo brillo de los años dorados de Hollywood (pueden salir a defenderse los seguidores de Capra, supongo que cualquiera tiene derecho a sus psicopatologías).
"Carretera perdida" es un saxofon esquizofrénico que despliega un haz de luz, una luna incomprensible y salvaje. Es, también, el mejor polvo jamás rodado por un director en los más de cien años de historia del cine; Quizá lo recuerden, una carretera polvorienta y dos cuerpos ardiendo en deseo y en luz al ritmo de la "Song of the sirens" de This mortal Coil. "Carretera perdida" es el guión que se refleja en sí mismo, la enésima parábola sobre el papel (ríase usted de Memento o 21 gramos) que consigue por primera vez la perfección absoluta entre la locura y el cine.
Y además, "Carretera perdida" es una película incomprensiblemente deliciosa, quizá por su banda sonora (entre el trueno y el susurro), quizá por la magnífica interpretación de la pobre Patricia Arquette (los cinéfilos ruegan una oración por su carrera) o porque abrió definitivamente la brecha que ya presagió "Terciopelo azul" y que nos volvería locos en "Mulholland Drive". Lynch nos obligó a salir del cine por primera vez sin entender nada, o casi nada, pero con la intensa sensación de haber sido salvados en la butaca.
"Carretera perdida" es tan incómoda como el mismo tema que trata: los celos mediante la locura (o viceversa), tan perversa como un susurro que nos recordara "esto también te puede pasar a tí", y sobre todo, realiza una perversa pero eficaz radiografía de la miseria del corazón.
El cine nunca se estremeció tanto.
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2 comentarios:
Me encanta el blog. Tengo solamente dos discrepancias contigo: David Lynch es lo más aburrido y anodino que me echado a la cara jamás. Intenta hacerte creer que tiene algo que decir y en realidad está vacío. Te da un marco prefabricado que aguanta lo que le eches y pretende que le creamos el más moderno e interesante de los actuales cineastas. Sin embargo, a su lado hasta Sofia Coppola parece una maestra de la dirección. Respecto a "Batman Begins" de Nolan, me pasó lo mismo que con todas las de David Lynch que me tengo tragado (más que nada por darle una oportunidad y poder opinar con conocimiento de causa): que me dejó fría y cuando acabé de verla tenía la sensación de haber perdido dos horas de mi vida que me hubiesen aprovechado más de haberlas invertido en dormir, por ejemplo. Felicidades por el blog pero Lynch y yo somos irreconciliables.
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