26.2.16
Los muertos están muy vivos
En el plano secuencia de apertura de Spectre, James Bond le dice a una mujer: “En seguida vuelvo”, y acto seguido, sale por la ventana dispuesto a evitar un atentado terrorista. Al comentar la secuencia, Shaila García me espetó: “¡Es un héroe, por eso no vuelve!”.
QUIZÁ LLEVABA RAZÓN.
Pero yo me puse a fantasear con la película no rodada, con el gesto de la mujer que queda en silencio, en la habitación, mirando por la ventana el desfile de calaveras y muertos que vuelven, el extraño peso del tiempo y el olor a habitación de hotel recién desinfectada –que es, como probablemente ya sepáis, el olor más triste del mundo, lo que justifica que todos corramos a follar en esas habitaciones con desconocidas para no tener que soportar esa asepsia, esa sensación de hombre de negocios en ciudad de paso-, y decía, pienso en esa mujer abandonada que no importó a Sam Mendes ni a nadie, y que es, en cierto sentido, la única víctima real de toda la película...
(Sigue leyendo en el artículo completo, publicado en Visual404)
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