8.1.13

LISTAS 2012: Mejores canciones

    Ahora que ya no es momento para andar con listas y que todos hemos vuelto al trabajo con cara de perro y una tristeza de lejanías, yo sigo empeñado en mis trece y aquí les propongo una recopilación con algunos de los mejores temazos, los pepinazos totales del 2012. No están todos los que son, pero son todos los que están. Esta misma semana, en cuanto se haga pública la lista oficial de los cómplices de Cineuá, les dejaré el TOP de cine, que no hacen más que pedírmelo masivamente en directo y por las redes sociales -creo, concretamente, que ya he tenido tres peticiones, ahí es nada.
    Pero hablemos de música:

Ultravox - Satellite
    Cada vez que escucho Satellite pienso en pantalones de cuero ajustados, menelones, cardados, falsetes, aire ochentero costroso y reivindicable de mechero en alto y subidón kalimotxero de barrio adolescente. Se supone que estos eran electro-pop, pero ya me dirán ustedes...



Azealia Banks - 212
    Azealia huele a hype y a ostia que te metes. Su primer disco se retrasa irremisiblemente una y otra vez, los temas que suelta con cuentagotas son cada vez peores y su directo en el Día de la música fue un subidón más por el público que por su horrible coreografía de animadoras motivadas. Pero ay, amigos, ojalá me equivoque, porque 212 es un TEMAZO para escuchar a todo trapo, en bucle, con una de esas letras que, como bien me dijo el ínclito y sabio Manu Sánchez: "Si se la escucharas decir a tu hija, la dejarías sin salir un año entero". Ahí queda eso.



Django Django - Default
    Todo el mundo sabe que Django Django se postulan al trono del grupo del momento. El caso es que si bien el disco es desigual, Default suena maravillosamente, con una percusión exquisita y un juego de voces que habla de lo mucho y lo muy bien que se puede cuidar una canción.


The new Raemon - Marathon Man
    Canción sorpresa de la temporada, con una de esas letrazas para memorizar y colgar de la pared. Amarga pero decidida, tristona pero valiente, cuenta con un estribillo de esos que se te clavan en la cabeza y unos últimos cuarenta segundos que cierran con una traca apasionante. Puro hit del pop patrio, en el mejor sentido de todas las palabras.


The Ravonettes - Young and Cold
    Como ya comenté en su momento, Young and cold es una canción para abrir disco: del guitarreo sucio inicial marca de la casa a la increíble mixtura de voces -el estribillo pone los pelos de punta-, la introducción del piano allá por la mitad del tema y la distorsión final es un ejercicio delicioso.


Rihanna - Diamonds
    Me mola Rihanna. Me mola pensar la pasta que se tiene que dejar en la producción de cada tema, milimetrado y controlado para destrozar en un taladro total todas las radiofórmulas. Me mola su superficialidad, y a la vez, el tono épico y desgarrado. Ustedes pueden quejarse lo que les de la gana, pero les recuerdo que hace una década y media el single mainstream del año era, pongamos por caso, Sarandonga. Al lado de la basura patria, Rihanna me parece sensual, decidida, y lo suficientemente emocionante como para disfrutarla sin complejos.


Dominique A - Le convoi (ex aequo Rendez-nous la lumière)
    Cada disco, Dominique A compone mejor y asume más riesgos. Cada disco tiene mejores letras, mejores armonías, mejores arreglos. Lo de Le convoi es una locura total de 9 minutos 38 segundos que, literalmente, no para de crecer hasta el tremendísimo duelo final entre la batería  y el cuarteto de viento. Rendez-nous la lumière es la marca de la casa, el redoble épico arropado por una melodía hermosísima que avanza y avanza invadiéndolo todo. Sin duda, uno de los must del año.

Swans - Lunacy
    Con una letra que pone los pelos de punta, un piano voluntariamente fuera de tono y una serie de coros que se superponen en una marea cacofónica entre el Apocalipsis y la psicofonía. Lunacy es un estado de ánimo, una atmósfera completa capaz de arrasarlo todo. Dentro de la categoría de odas al suicidio y a la esquizofrenia, este año los Swans se llevan el oro.


Bat for Lashes - Laura
    La mejor balada del año tiene nombre de mujer y unos arreglos a medio camino entre Mahler y las cuerdas que Michael Kamen utilzó para los momentos íntimos del The wall de los Pink Floyd. La manera en la que se integran los detalles -atención a los graves de la segunda estrofa, ponen los pelos de punta- genera una suerte de polaroid nostálgica y melancólica, una canción que podía ser una nana o un recuerdo, una acusación o una añoranza. Para escuchar en días de lluvia, con cajetilla de cigarrillos y copazo al lado.


Twin Shadow - Five seconds
    Pero no nos amohinemos. Realmente, Confess tiene un puñado de canciones que podrían estar en esta lista, pero Five seconds ha sido EL single, el pepinazo de venirse arriba y pisar el acelerador. Canción flexible y cuidadosamente diseñada para romper las pistas y las caderas de medio mundo, es increíblemente honesta en su sencillez, y a la vez, ñoñimolona en su letra de quinceañero que se pregunta cosas realmente importantes (ese grito I don’t believe in you/You don’t believe in me/So how could you make me cry? es tan ingenuo que resulta encantador). Llévenselo a su próxima fiesta, amigos. Éxito asegurado.


Crystal Castles - Violent youth
    Asumámoslo: Los Crystal Castles probablemente no volverán a repetir la obra maestra que hilaron junto a Robert Smith (I´m not in love), pero eso no quita que (III) sea una barbaridad. Violent youth sigue teniendo el ritmazo y el encanto de sus temas más accesibles -es un decir-, y además, pese a su rollo marciano, la cosa encaja como una pieza de Lego en el primer ¿estribillo? alrededor del minuto treinta. Estos chicos hacen lo que les da la gana. Y lo que es mejor. Lo hacen muy bien.


Los evangelistas - En un sueño viniste (ex aequo Matt Elliott - Dust flesh and bone)
    Para cerrar, dos de auténtica bajona. Allí donde Morente trenzó un tapiz moruno, Jota y sus cómplices han levantado un mausoleo de sombra pura donde en cada compás se subraya lo mismo: soledad, frustración, soledad, frustración. Arrebatado su aire flamígero y casi deseoso al poema de Al´mutamid, lo que queda es un pozo interminable por el que el oyente se desploma durante casi cinco minutos de canción. ¿Y qué decir de Dust flesh and bones, un tema que comienza afirmando Some things are so dark that woe betide the light that shines on them/I swear to god i thought it was a sign? Pues el resto de lo se pueden imaginar: ansiolítico en vena, paquete de cleenex, desesperación existencial y estas cosas que tanto nos gustan en este blog tan buenrrollero y optimista. Por si les parece poco, les adjunto un directo que es todavía más angustioso.

Nos dejamos muchas en el tintero, no nos crucifiquen. La divertidísima Captcha Cha-Cha de Hidrogenesse, la sosigraciosa Next year de Two Door Cinema Club, esa genial Quand´ero Giovane de Franco Battiato, la teenager almibarada Summertime sadness de Lana del Rey, la imbatible y desmelenada Gangnam Style del coreano del Gangnam Style... en fín, ya lo saben. Ha sido un buen año para la música.

1 comentario:

lo(gi)co dijo...

He flipado con la de Twin Shadows - Five Seconds, no la conocía. Y el video también esta genial.