"Ojalá pudieras morir dos veces"
(Dexter Morgan)
Yo soy español, español, español. Yo soy español, español, español. Yo soy español, español, español.
Vivo en un país que pagará 10.000 euros a la madre de un asesino para que se de un garbeo por el prime time enseñando lágrimas y demostrando lo mal que lo ha pasado su familia. La expresión "hijo de puta" encuentra exquisitas y contagiosas resonancias. El Colectivo Hetaira emite una pancarta al calor del 15M afirmando rotundamente: "Políticos y banqueros no son hijos nuestros". Dame tu cuerpo, nigeriana, que yo soy español, español, español y aquí la fiesta nunca termina.
En la casa del pobre a la hora de comer hay migajas de resentimiento y mamá cómprame un Ipad. En la casa del rico hay lagrimones por la muerte de Steve Jobs y chuletitas buenas buenas, caldo honorable con sabor de señoritas bien que visten de blanco y se enamoran escuchando a Black Eyed Peas, porque, joder, I´ve got the feeling that tonight is gonna be a good good night. Para la madre del Cuco, desde luego, lo será. Con 10.000 euros le puede comprar a su retoño criminal y desalmado el IKill, manzana ensangrentada incluída, que se beneficia de las expansiones Dónde-está-tu-cuerpo-mamita 2.0 y un geolocalizador de los basureros y los bajos fondos del Guadalquivir, no es verdad ángel de amor, ángel de muerte. En la apartada orilla de nuestra bárbara península miles de televisores verán esta noche La Noria fumando lentamente en los ceniceros homicidas de prohibido fumar.
A las que nadie ha visto es a las víctimas del terrorismo, claro, porque son los aguafiestas de la Gran Fiesta de la Democracia, y así a la víctima se le mata dos veces: de pólvora y silencio, de bomba y de indiferencia, víctimas no mediáticas que no emergen de ninguna fosa cómun de la Guerra Civil, sino de la fosa cercana y humeante de la Transición o la Democracia, que es otra cosa. Dame tu cuerpo mutilado, dame tu cuerpo muerto, dame tu fosa en los cielos y tu nombre para que los telediarios guarden silencio. Dame verbena y derrámate por mis cavidades humeantes, ¿ves? Aquí cabe una bala como un beso, o una boca como un zulo. Si tuviera carnet del PP lo llenaría con mi sangre y lo remitiría con mis mejores saludos a Calle Génova 13, Departamento de Correo de los Traidores. Si tuviera carnet de UPD lo llenaría con mis lágrimas y lo remitiría con mis mejores saludos a Calle Casi Lo Consigues 13, Departamento de Así No Ganarás Unas Elecciones en La Puta Vida. Si tuviera carnet del PSOE lo hubiera quemado hace muchos años sobre un cenicero incrustado en la cabeza del prójimo de turno..
Pero tengo mi carnet de identidad, en el que únicamente dice que soy español, español, español.
Ojalá pudiérais morir dos veces y ser enterrados en una fosa sin Memoria Histórica o de ningún otro tipo. Ojalá pudiera recoger vuestras cenizas dos veces, lloraros hipócritamente dos veces, rezar dos padres nuestros a este cielo español y deshabitado en el que ángeles sin piernas y encerrados en zulos se desploman por los márgenes del Tiempo. Vosotros, los guionistas, los presentadores, los tertulianos, los cínicos, los mentirosos, los responsables, los asesinos, los padres, los hijos, los periodistas, los que esta noche veréis a la madre de un mal nacido impostando una lagrimilla o un lagrimón. No habrá justicia suficiente para nadie porque nadie puede morir dos, tres, cuatro mil veces. Sara Carbonero, Rosa Díez, Terelu, Jordi González, Mariano, Alfredo, Patxi, Arnaldo, se os pudrirán los labios de besos mediáticos y entonces descubriréis, ay, que tenéis el escorbuto inmemorial de los españoles arrastrándose por vuestro miserable esqueleto como una hermosísima metástasis.
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